👑 Lupita Jones & Carlos Latapí: pioneros en retratar la belleza mexicana

Cuando Lupita Jones llegó en 1996 a mi estudio en la calle de Atlanta, en la Ciudad de México, inició algo más que una colaboración: puso en marcha una revolución silenciosa. México, en ese entonces, vivía la transición entre lo analógico y lo digital. Muy pocos creían que el futuro de la belleza pasaría por cámaras digitales, redes instantáneas y votaciones en línea. Pero Lupita y yo apostamos por ese mañana.

Carlos Latapi & Lupita Jones en el Backstage 1998.

Ella, como directora del certamen Nuestra Belleza México (Posteriormente Mexicana Universal), ya traía una visión clara: no se trataba solo de elegir una cara bonita, sino de encontrar mujeres con luz interior, carácter y presencia. Yo, con esos rollos de película en mano, asumí el reto técnico de traducir esa luz en imagen.

Como lo resumió Lupita recientemente en mi blog:

“Trabajar contigo es una gran experiencia y esperar con ansias el resultado sabiendo que siempre será genial. ¡¡¡Felicidades Latapi!!!”

Esa complicidad no fue cosa de un día: juntos lo hicimos durante muchísimos años, construyendo con constancia una memoria visual de la belleza mexicana.

Esa afirmación encierra la confianza que supuso trabajar juntos como pioneros. Porque sí: fuimos de los primeros en México que migraron de lo análogo a lo digital en certámenes de belleza. Fue una jugada valiente en una época donde lo digital era un territorio desconocido.

Foto grupal Nuestra Belleza. Formato análogo 1996.

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📷 Del negativo al pixel

En aquellos tiempos, mis herramientas eran cámaras Zenza Brónica y Canon con rollos de 120 mm y 35 mm respectivamente. Cada revelado implicaba noches en cuarto oscuro, pruebas de contraste y química fina. Las fotografías viajaban a prensa, revistas y boletines impresos; eran la ventana para familias, aficionados y fans que querían conocer a las concursantes.

La transición fue lenta pero decisiva. Recuerdo el primer certamen que fotografié con cámara digital: la emoción, la tensión y el descubrimiento de nuevas posibilidades. Fue algo que pocos se atrevían a hacer en México. Ese salto nos permitió capturar en segundos lo que antes llevaba horas: maquillaje, peinado, expresión, atuendo, todo en un solo click cargado de luz que debía contar la pasión colectiva de diseñadores, estilistas, maquillistas y soñadoras.

Carlos Latapi & Lupita Jones en backstage revisando las primeras tomas de la concentración.

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✨ Telaraña de la moda mexicana

En ese universo, figuras como Héctor Terrones vistiendo a concursantes con cortes visionarios, José Luis Abarca aportando elegantes siluetas, y Alfonso Waithsman como maquillista emergente, formaron parte de esa red creativa. En muchos casos fueron ellos quienes asumieron riesgos de estilo, tejidos y texturas que también necesitaban ser retratados con fidelidad por mis lentes.

Un solo disparo debía encapsular a quienes, tras bambalinas, entregaban su arte: corazones, espejos, brillo y tela. Ese click único debía transmitir la entrega colectiva: diseñadores, maquillistas, estilistas, aspirantes y fotógrafo —todos alineados bajo la luz de ese instante.

Backstage Nuestra Belleza

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Cierre

Después de décadas, la complicidad que nació con Lupita sigue vigente. Esa apuesta tecnológica, de migrar juntos al formato digital, fue más que técnica: fue simbólica. Fue creer que México podía mirar su belleza con modernidad, exponerse en redes, votarse en línea, transmitirse en video.

Hoy, cada imagen que publico —ya sea moda, retrato o certamen— lleva esa historia inscrita: la historia de un país que dejó de esperar para empezar a ver. Lupita Jones Carlos Latapí belleza mexicana.

Carlos Latapí

Fotógrafo | Arte & Cultura Visual

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👉 Te invito a ver mi portafolio completo en www.carloslatapi.com y a comentar: ¿qué significa para ti la constancia en el arte?